Los minerales son seres vivos

La evolución mineral es “evidentemente distinta” a lo que nos cuenta la evolución darwiniana, ya que los minerales no mutan, ni se reproducen, ni compiten entre ellos como los organismos vivos.

Aunque ya sabemos que la evolución de Darwin hace aguas por todas partes.

Sin embargo, el equipo de Robert Hazen, uno de los investigadores del Laboratorio Geofísico de la Carnegie, junto a Dominic Papineau y otros seis compañeros, ha hecho recientemente un descubrimiento, que es, en realidad, un redescubrimiento.

Ya que todos los Magos y Chamanes de la antigüedad le hubieran dicho que los minerales, no son piedras inertes, sino que tienen un tipo de vida distinto y que irradian esa energía, la percibamos o no.

Estos científicos revisaron los procesos físicos, químicos y biológicos que gradualmente transformaron una docena de minerales esenciales primitivos contenidos en el polvo interestelar, en los miles de especies minerales que existen en la actualidad en la Tierra.

Se observó que tanto la variedad como la abundancia de estas ‘piedras’ han cambiado sustancialmente durante los más de 4.500 millones de años de historia que tiene nuestro planeta. Sobre todo, durante esos al menos 2.500 millones de años en los que “la mineralogía terrestre evolucionó más o menos, en paralelo con la biología.

Estos científicos dicen:

“Que dos tercios de las especies minerales estén biológicamente relacionados es una consecuencia de la atmósfera rica en oxígeno de la Tierra que es, a su vez, fruto de la acción fotosintética de las algas microscópicas. Es el caso de la oxidación del hierro y el cobre.

Además, las plantas también aceleran la evolución de distintos tipos de minerales de tierra. Así pues, en los océanos, la evolución de los organismos con conchas y esqueletos mineralizados genera gruesas capas de depósitos de minerales como la calcita, que “sería rara en un país en el que no hubiese vida”, dice el equipo de científicos.

Según los expertos, todos los elementos químicos estuvieron presentes “desde el principio” en el polvo del sistema solar, pero sólo después de que los grandes objetos como el Sol o los planetas se solidificasen, se dieron los extremos de temperatura y presión requeridos para forjar la amplia diversidad de especies minerales.

Esta explosión de variedades fue especialmente significativa en los planetas con actividad volcánica y portadores de grandes cantidades de agua, que podrían haber dado lugar a varios cientos de nuevas especies.

En el caso de la Tierra, la evolución fue más allá por la colisión de las placas tectónicas que dieron lugar a los continentes y océanos, y también a nuevos entornos químicos y físicos donde se formaron minerales que ampliaron la variedad a más de unos mil tipos.

Por todo ello, podemos decir que los minerales son seres vivos en constante evolución. Aunque esa evolución va a su propio ritmo. Como si la velocidad a la que nosotros percibimos las cosas no fuera la misma que la suya.

Quizás, por eso, nos proporcionan vibraciones que nos sirven para para la sanación, la re-equilibración de los ckakras y una multitud de aplicaciones.

Scroll al inicio
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para fines de afiliación y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Privacidad